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"Escritor es quien se gana la vida escribiendo". A mi... solo me gusta escribir, ... necesito escribir. ¿Si me leen? Alguno hay que se aventura. ¿Eres tú uno de ellos?

lunes, 30 de julio de 2012

ASEGURADORAS O PIRATAS



Hace unos días un miembro de mi familia tuvo un pequeño (insisto en lo de pequeño) golpe con el coche en una rotonda. Consciente de su responsabilidad, echamos mano a los seguros (que para eso están) y, dado que la póliza era “a todo riesgo” con franquicia (x), la tranquilidad suplió al susto y, descontado el inconveniente y la incomodidad del tiempo, se suponía que todo tenía que seguir el orden correcto hasta recuperar la normalidad. Aunque el golpe era tan pequeño que nos permitía circular con el coche hasta el taller donde se iba a realizar la reparación, para asegurar posibles desperfectos inapreciables a simple vista, preferimos llamar a la grúa. En llamada telefónica posterior a la compañía aseguradora (REGAL) se nos confirma que, al día siguiente, acudirá un perito a tasar la reparación para poder iniciarla lo más rápidamente posible.
La sorpresa mayúscula nos asalta cuando el responsable del taller nos avisa escandalizado porque el perito en cuestión señala el coche como SINIESTRO TOTAL: de un pequeño golpe a tener que tirar el coche. La reparación se ajustaba, según el susodicho perito, al precio del coche en el mercado actual (cinco años de antigüedad). El coche funciona correctamente, cumple su función a las mil maravillas, está impecable y bien cuidado, pero el perito decide que tenemos que comprar un coche nuevo.
Se nos llena la boca con la palabra ahorro, o prudencia o cálculo a la hora de gastar y, después de pagar un seguro a todo riesgo (para, irónicamente, estar tranquilos) un personaje al que llaman perito decide que tenemos que cambiarnos el coche porque un pequeño toque es un (a su parecer) SINIESTRO TOTAL. Escandalizados ante esa afirmación comentamos con nuestro entorno la decisión y recogemos apreciaciones que nos hacen ver como lo que a nosotros nos parece un escándalo, es una práctica habitual. A partir de ahí nos surgen un montón de preguntas: ¿Quién se lucra de esas decisiones? ¿Quizás las concesionarias están de acuerdo con las aseguradoras para así incrementar las ventas que la crisis ha frenado? ¿De qué nos sirve pagar un TODO RIESGO si quién se cubre los posibles RIESGOS es la propia aseguradora? ¿Quién supervisa al supervisor, es decir, quién perita al perito, o es que son esas las instrucciones que tienen? En definitiva, ¿Qué tenemos ASEGURADORAS O PIRATAS?
Finalmente, después de enfadarnos y discutir con la aseguradora, conseguimos la reparación.
Hago una llamada a mis posibles lectores: cuando contratéis un seguro (sea cual sea su modalidad) os deben dejar bien claro si, en caso de desperfectos que se acerquen al valor del coche en el mercado, no os van a dejar con el culo al aire al obligaros a comprar un coche nuevo porque os declaren el vuestro como SINIESTRO TOTAL.
Recordad: ¡que no nos quiten el derecho al pataleo!



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