Bienvenida

"Escritor es quien se gana la vida escribiendo". A mi... solo me gusta escribir, ... necesito escribir. ¿Si me leen? Alguno hay que se aventura. ¿Eres tú uno de ellos?

sábado, 26 de noviembre de 2011

MI ESTIRPE EN LA DISTANCIA

La familia expectante, en la ausencia,
no calienta mis hombros
cuando, tristes,
vuelven a un hogar sin alma.
Cuando mi brújula gira
en busca de un norte extraviado,
y las lágrimas desempolvan sudados retratos,
solo encuentro el reflejo 
de mi cara desconocida
en sus rostros sonrientes;
y mis lloros se mezclan, sin sentido,
con marcos abrazados por manos
de trabajo desdeñado
que nadie quiere.
Mi único pariente soy ... yo mismo;
yo soy mi padre,
yo soy mi madre; 
mis hermanas y mis hermanos son...
mis manos y mis recuerdos.

sábado, 19 de noviembre de 2011

SOPLOS EN SECRETO

Antes,
el aire jugaba con mis rizos.
Se entretenía con ellos
para llevar mi imaginación de la mano
y hacerla volar.
La llevaba lejos, zigzagueante,
por un cielo sin nubes,
sin más destino que un montón 
de quimeras inalcanzables.
Cuando soplaba cálido
giraba mi rostro hacia el suyo,
buscándolo
y, entrecerrando los ojos,
me dejaba llevar.
Ahora,
desagradable, solo me despeina.
Son otros sus destinos,
otras las vueltas tras los árboles.
Su tibieza se perdió entre los desagües,
y es la lluvia y el frío
los que maltratan mi cabello,
incapaz de olvidar las caricias
de aquella mano invisible,
pero presente,
cariñosa y maternal.

sábado, 5 de noviembre de 2011

TRAS LOS CRISTALES... NO HAY NADIE



Escondido en la cueva de mis recuerdos,
y sintiendo su goteo impenitente
sobre mi mente,
dejo recorrer al tiempo
un camino del que me siento incapaz.
Las miradas amables de antaño
tras los cristales de ventanas transparentes,
se convierten en reflejos
impenetrables
de culturas diferentes.
No hay rostros familiares,
solo veo indiferencia a la distancia
y esfuerzo inútil por salvarla.
Creen los brillos que no tengo pasado,
creen, quizás, que aquí empecé a caminar,
que todo comienzo está en ellos
y que para vivir solamente hay un modo:
bajar la mirada
al paso de sus ojos azules
y recorrer su mundo 
sin mover  ni un trazo de su dibujo.