XXXVIII

CENTAUROS PARANDO EL TIEMPO:

Los abanicos a ritmo
y el aire de un pasodoble
rasgando una guitarra
llena de miel hasta el último rincón.
Las crines y las colas
recortan el espacio para peinarse unísonas.
Los centauros impasibles

mientras lo más íntimo,
lo más personal, lo más recóndito de mí
siente que algo en el ambiente
me pertenece.
Sí, quizás mis raíces andaluzas
también se hundan aquí,
donde los caballos lucen su duende.
Quim bona nit!
ResponderEliminarNo se com explicar el que hem despertan aquest poemes, però el que si es cert, es que expliques unes emocions conegudes per mi. ..
Gracies per portar la teva llibreta i escriure les teves emocions per compartir.
Abraçades grans.