¿Sí
o no, quién se acuerda ya de eso? La violencia ha venido a vernos con un solo
propósito: “convencernos” de las bondades de un estado que reprime a sus
conciudadanos a porrazos. Con las manos arriba y canciones de una rancia
transición como única arma; delante… mentes (si hay mente) jaleadas desde
provincias al grito de “a por ellos” y “dadles fuerte a los catalanes”. Quizá,
incluso parientes míos animaron con sus aplausos las tropas que, capitaneadas
por la manipulación de unos y la mentira de un PP sin escrúpulos, han llegado a
nuestra tierra obsesionados por cumplir el jaleado al pie de la letra.
Nuestros
padres llegaron para vivir, porque su tierra no les daba vida. Nos criaron en
el amor a las raíces y el respeto y agradecimiento a la que les había ayudado a
vivir; nosotros hemos aprendido a amarla con la misma intensidad que a nuestros
orígenes; pero, ahora, no entendemos nada. Unos gritan, otros pegan, otros
insultan los que más mienten; pero, hablar… ¿alguien está dispuesto a hablar
para poner un punto de razón y lógica a lo que nos está pasando?
La
pena me recoge la garganta en un puño de angustia, y el aire de la esperanza no
encuentra por donde entrar; porque nada, NADA justifica el uso de la violencia
en ninguna situación y bajo ningún concepto.
Sí,
no hay quién se baje de su particular “burro”, y mientras, a los que vamos a
pie, nos tocará recoger los platos rotos y curarnos fraternalmente las heridas.
Hablar,
¿alguien quiere hablar?
Primo, en estos días, me he acordado más que nunca de vosotros, de mi familia catalana.
ResponderEliminarMe duelen tus heridas que siento como propias.
Hablemos nosotros, si no quieren hablar ellos.
Un abrazo lleno de esperanza en el futuro, con el irrenunciable pensamiento de que esto tiene que tener un buen arreglo.
¡Primo! ¡Cómo me alegran tus palabras!
EliminarSinceramente, me da miedo el cariz que está tomando todo. Aquí la gente está manifestándose pacíficamente: caceroladas, sentadas, canciones; pero muchos empiezan a estrechar los puños de rabia ante la incomprensión y la impotencia, porque nada sirve, nadie hace el más mínimo gesto de distensión ni acercamiento.
Puigdemont no era nadie cuando el PP recurrió al constitucional un estatuto aprobado por los parlementos (catalán y español) y refrendado por el pueblo. Sí, de aquellos polvos... estos lodos. Y ahora, ante unas elecciones que no van a hacer más que confirmar lo que ahora tenemos, parece que el único objetivo es la humillación, no el diálogo de igual a igual.
No sé qué información os llega, si sesgada, si parcial... recuerda tu visita y los tópicos que desmontaste simplemente observando.
Nosotros seguimos trabajando con TOTAL normalidad, no hay violencia por las calles, ni familias enfrentadas.
Hoy se comenta el "maltrato" a los miembros del gobierno en sus traslados a las prisiones, esposados (como si fueran asesinos), a algunos los han desnudado para entrar en prisión... y son solo cargos políticos. Ya sabes tú cuánto ladrón anda suelto y nada de nada.
Sí, tenemos esperanza, soñamos con ella; pero no vemos los gestos que nos la acerque.
Un abrazo sincero desde Tordera, compartiendo tus deseos de arreglo y futuro.