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"Escritor es quien se gana la vida escribiendo". A mi... solo me gusta escribir, ... necesito escribir. ¿Si me leen? Alguno hay que se aventura. ¿Eres tú uno de ellos?

sábado, 5 de junio de 2010

Recorte de sueldos


Ahora sí, qué curioso.

¿Cuántos trabajadores de los que persiguen la cola del paro no hubieran sacrificado un cinco por ciento de su sueldo por mantener su puesto de trabajo?
Sí, es fácil refugiarse en la mala gestión de nuestro gobierno, en su falta de previsión, en sus formas, siempre atentas más a la opinión pública que a afrontar la verdad; pero, llegada esa verdad, me repito de nuevo la pregunta anterior, ¿cuántos?
Estoy conforme (que no de acuerdo) en sacrificar ese cinco por ciento de mi sueldo si eso sirve para que mi país dé, de una vez, un paso seguro hacia la tan deseada recuperación. Pero ese paso adelante, esa conformidad no está exenta de reflexiones personales.
Trabajo en una escuela concertada. Sí, la palabra concertada a oídos de algunos de los trabajadores de la escuela pública merece el consabido “vade retrum”. La escuela a la que pertenezco está gestionada por una cooperativa de padres. Curioso, ¿verdad? No hay ninguna fundación, ni entidad religiosa, ni sociedad escondida con ansias de recaudar, solo un puñado de padres que, tras un voluntarismo bien entendido, sacrifican su tiempo y su dinero por un tipo de educación escogida. Con todo y con eso mi escuela es concertada y yo creo en ella.
No podemos olvidar que la escuela concertada cubre las espaldas a una administración incapaz de dar servicio público a todos los alumnos. Pero la solución le es fácil (aunque no siempre conocida): sin cubrir el coste real de la enseñanza ofrece, condescendiente, una subvención en forma de concierto para que los padres, en forma de cuota semanal, cubran lo que falta.
Nunca se nos ha considerado funcionarios (¡Y qué más! Gritan algunos sindicalistas cabeza de manifestación). Ni se nos ha considerado ni hemos gozado de los privilegios del funcionariado (por ejemplo en el tema sueldos –eternamente pendientes de homologación-; o en el tema horario lectivo –un profesor de instituto público trabaja 18 horas lectivas, por las 25 que trabaja un profesor de escuela concertada)
Pero mira tú por donde, ahora que se recorta el sueldo a los funcionarios sí que se nos mide con el mismo rasero; incluso se nos convoca a la huelga del día 8. ¡Qué curioso!
Pero…, ningún problema, ya he empezado mi comentario aceptando el recorte. Solo una reflexión final. Cuando las aguas vuelvan a su cauce, ¿nos seguirán considerando como iguales o volveremos a oír sus gritos en las cabeceras de las manifestaciones demonizando la escuela concertada?
Seamos, por una vez, coherentes con nuestras voces.

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