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"Escritor es quien se gana la vida escribiendo". A mi... solo me gusta escribir, ... necesito escribir. ¿Si me leen? Alguno hay que se aventura. ¿Eres tú uno de ellos?

lunes, 10 de mayo de 2010

Bárbara y el Memorial Democrátic


Cuando presenté, tanto en Salobreña como en Tordera, mi libro “Cuna de amargo azúcar”, utilicé como ejemplo de conciencia ante el silencio unánime, frente a la reflexión necesaria sobre la Guerra Civil, posguerra y represión posterior, la figura de Bárbara. Hoy he tenido la suerte de disfrutar de su conversación durante un rápido puñado de horas.
Bárbara es profesora jubilada, de nacionalidad alemana, hija de un oficial de la SS para más señas, que ha decidido dedicar su tiempo y su esfuerzo en la divulgación, desde la conciencia y el sentimiento, de todo lo que se esconde tras los silencios de los vencidos.
Conocí a Bárbara en una visita escolar al campo de refugiados republicanos de Rivesaltes, más allá de Perpignan, cuando, con el corazón emocionado, intentaba que los alumnos entendieran el sufrimiento de la injusticia. Para las nuevas generaciones, que han aprendido la historia en los libros y no en la piel, aquel testimonio fue importante, muy importante (y más viniendo de quién venía). Para los que hemos vivido aquella injusticia en el testimonio directo de nuestros mayores, el esfuerzo por comprender el sufrimiento no es tan difícil aunque siga siendo necesario. Ya hemos tenido demasiado silencio.
No se buscan responsables en los descendientes de los ejecutores, solo se busca comprensión, sensibilidad y conciencia.
Desde esta mi tribuna quiero agradecer profundamente a Bárbara su tiempo, su esfuerzo, su capacidad de análisis y su sonrisa cómplice.
“Los que perdieron la guerra, con su silencio obligado también perdieron la paz”.
Demos una oportunidad a la justicia, ofrezcamos a los hijos y nietos de las víctimas esa paz que durante cuarenta años se les negó.
Porque, ¿de qué nos sirve el silencio?

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