Dice la gente que...
"...una hartá"
Lleva días regalándose el agua
por los empedrados
decorados
de Córdoba "La Llana".
Los patios barnizan de brillos
flores y plantas;
las fuentes acompañan
su antigua canción
con el eco frío de los canalones;
las sonrisas se esconden
bajo el baile multicolor
de los paraguas.
Pero, Córdoba está ahí:
señora bajo los brillos,
antigua bajo los espejos,
experta bajo nuevos sueños
de fuerza, culturas y fe.
Los cánticos a Vírgenes extrañas
se mezclan por los callejones
con la voz del minarete
y la música sephardí.
Las tapas cantadas desde la puerta
de las tabernas,
las luces,
las piedras,
las alfombras de miradas
abrigando el laberinto andalusí...
Sí, yo estuve y... lo vi.
¡El espíritu de la Córdoba de siempre
está... allí!
Hola, Quim:
ResponderEliminarTe imagino empapado y no solamente de agua, pleno de sensaciones recogidas a pie de callejón, en esa Córdoba que se me hace rara, extrañamente húmeda, en la que "la caló" agobiante, ha dejado paso pertinaz al líquido elemento.
Es fantástico poder ver esos brillantes reflejos venecianos en la plaza califal.
Por cierto, mi gente de aquí dice "...una jartá" y es que no veas la que está cayendo.
Un abrazo, me alegro de tu vuelta a casa y Feliz 2010 para tí y todos los tuyos, de parte de tu familia del Sur.
Y gracias por regalarnos tu bello poema a Córdoba.
Hola Quim,
ResponderEliminarya veo como ha dado de sí vuestro viaje a Córdoba... me gusta.
Y también me gusta tu blog. ¡Felicidades!
Ánimos, sigue escribiendo.
Un beso.
Toñi