Sí, ideas brillantes... desde los despachos. A alguien se le ocurrió un buen día marcar una semana de fiesta (semana blanca) en medio del segundo trimestre; como también se le ocurrió iniciar el curso una semana antes, sin pensar que los profesionales de la enseñanza hemos utilizado los días previos al inicio del curso a programar y a coordinarnos; a alguien se le ocurrió que la semana intensiva era un invento que había de erradicar, a alguien se le ocurrió...
Pero resulta que aun siendo maestros concertados (para nadie y para nada con valor de funcionario) se nos rebaja el porcentaje al uso de nuestra nómina (5%), se nos pide que recuperemos todas las horas que dejaremos de trabajar la semana "inventada" en febrero y que programemos en alta velocidad para tener todo a punto el día 7. Total, día 1, 2, 3 y 6 de septiembre, mañana y tarde, para programar y recuperar horario a marchas forzadas.
Hoy, al mediodía la temperatura superaba los 30 grados. ¿Habéis pensado qué se vive en una clase de Secundaria, a las tres de la tarde, con más de 30 grados? ¿Alguien ha pensado lo difícil que es mantener la concentración de los alumnos? NO, eso nadie (desde los despachos convenientemente acondicionados) nadie lo ha pensado.
Sudaremos la gota gorda entre los efluvios de sudorosos adolescentes, intentando siempre hacer nuestro trabajo lo mejor posible pero, pensando, aunque sea de refilón, en lo bien que se piensa en los despachos.
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